Siempre me gozo en compartir con ustedes lo
que Dios está haciendo en nuestras vidas. Ustedes son mis hermanos y mis
amigos. Su compañerismo y su aprecio son muy importante para mí.
Ministerio
en el Seminario Bautista del Perú. Estoy enseñando Vida de Cristo a los alumnos de segundo año y
Síntesis Doctrinal a los alumnos de cuarto año. También, en mi área de
Relaciones Públicas, he organizado la visita del seminario a las iglesias de
nuestro compañerismo. En total, hemos visitado 22 iglesias en 22 lugares.
Movilizamos 86 personas: 57 alumnos, 6 ex alumnos, 6 hermanos de las iglesias y
17 pastores. Dios nos dio suficiente para cubrir los gastos que genera este
viaje. También, hemos recibido mensajes de gratitud por el ministerio que
realizamos durante nuestra visita. Hubo decisiones de salvación, de
consagración y de reconciliación. Dios nos llevó, nos guardó, nos usó, nos
bendijo y nos volvió a nuestro lugar. ¡A Dios sea la gloria en su iglesia y en
cada uno de sus hijos por siempre!
Ministerio
en otras Iglesias. He
predicado en la Iglesia Bautista el Calvario de Lima, en la Iglesia Bautista
Gracia de Chimbote y en la Iglesia Bautista Huaral de la ciudad de Huaral. En
las dos primeras congregaciones prediqué la palabra y los motivé a cumplir la
misión que Dios nos ha encomendado. También, a ambas congregaciones las animé a
participar en el seminario con oración y ofrendas. Hablé con ellos sobre la
necesidad de orar para que hayan más hombres y mujeres que le dicen a Dios:
“Heme aquí, envíame a mí” (Isaías 6:8).
En la Iglesia de Huaral, prediqué juntamente con los estudiantes del
seminario que me acompañaron. Nuestro ministerio se desarrolló en el Colegio
que la iglesia tiene. Eran más de 450 alumnos. Todos dimos nuestro testimonio,
cantamos himnos a Dios ante ellos y les explicamos el evangelio. Al final
hubieron muchas manos que se levantaron para expresar que estaban decidiendo
por Cristo. No les invitamos a pasar adelante porque estábamos en el salón de
clases. ¿Qué decidieron realmente ellos? No lo sabemos, pero les explicamos
bien el evangelio y lo indispensable que es Jesucristo para sus vidas.
Confiamos en que Dios hizo y hará su obra en ellos.
Ministerio
en mi iglesia local. Ahora
estoy predicando y ayudando mucho más en mi iglesia local. Nuestro pastor me ha
encomendado la visita de los misioneros y estoy empezando a cumplir dicha
responsabilidad. Ya he ido a Guayaquil para visitar al misionero que apoyamos.
En Junio visitaré a dos misioneros más. Estoy agradecido a Dios que nuestra
iglesia tiene un pastor a tiempo completo. También estoy contento que puedo
ayudarle en el área de misiones. En Junio, nuestra iglesia será sede del
Congreso Misionero de la Misión MEBIP. Oren por nosotros, por favor, para que
seamos una bendición a los misioneros y todas las personas que vendrán a
nuestra iglesia durante los días de la conferencia. Estoy feliz de que mi
iglesia local está creciendo en su participación misionera.
Mi
familia.
Gracias a Dios, dentro de los males que son
cotidianos e inherentes en este mundo, mi familia se encuentra bien. Mi esposa
cuida y dirige el hogar y es una gran ayuda allí. Su trabajo en la iglesia es
valioso; ella ayuda con las damas y con los adolescentes. Noé Isaí, mi hijo
mayor, toca la guitarra en la iglesia y está aprendiendo piano. Segundo Andrés,
mi hijo segundo, está aprendiendo a tocar la guitarra. Elena Amada, mi tercera
y hasta hoy última hija, ha empezado a practicar vóley. En sus estudios, los
tres están bien. En la iglesia, los tres participan con entusiasmo. Estoy
contento con la familia que Dios me ha dado. Lo que más deseo es que ellos
sigan sirviendo a Dios.
¡Muchas gracias por tomar tiempo para leer y
orar por mi vida ministerial, familiar y personal! Quiero seguir sirviendo a
Dios entretanto estoy en esta tierra y ustedes son de gran ayuda para cumplir
este mi deseo. ¡Dios les bendiga!
Con
aprecio,
Segundo
Rodríguez
Evangelista
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